Nueve de cada diez gallegos tendrá un sanitario de emergencias a menos de 20 minutos
Nueve de cada diez gallegos tendrá un sanitario de emergencias a menos de 20 minutos de su casa
La directora xeral de Protección Civil, Esther González Saavedra, presentó esta mañana en Santiago el plan de redistribución de los grupos municipales de intervención rápida
Nueve de cada diez ciudadanos de Galicia tendrán a menos de veinte minutos de su domicilio un servicio profesional para hacer frente a emergencias de todo tipo. Con respecto al otro 10% de la población, las unidades no tardarán más de media hora en desplazarse a las viviendas o zonas en peligro.
Los equipos de respuesta, compuestos por una media de nueve personas, aunque en algunos municipios de menor tamaño serán seis, estarán preparados para actuar en accidentes de tráfico, incendios forestales y en viviendas, búsqueda de personas desaparecidas o problemas de carácter sanitario.
La directora xeral de Protección Civil, Esther González Saavedra, presentó esta mañana en Santiago el plan de redistribución de los grupos municipales de intervención rápida (Grumir), tras el acuerdo alcanzado recientemente entre la Xunta de Galicia y la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp).
A día de hoy, existen 61 Grumir en Galicia repartidos por las cuatro provincias (16 en A Coruña, 15 en Lugo, 16 en Ourense y 14 en Pontevedra), normalmente en el mismo lugar en el que hay operativo un parque de bomberos.
Con el nuevo plan, desaparecen 14 Grumir ubicados junto a un parque de bomberos, pero la Administración crea 70 grupos, distribuidos por toda Galicia, con lo que el número total ascenderá a 117. Según las previsiones de González Saavedra, se pondrán en marcha en el plazo de un mes.
"Pensamos que a duplicidade de parque de bombeiros e Grumir nun mesmo lugar non era efectiva e hai zonas de Galicia sen servicios de emerxencia cerca; agora, coa nova distribución, non coincidirán parques e Grumir e o 90% dos galegos terá un servicio profesional de emerxencia a vinte minutos da súa casa", aseguró la directora xeral de Protección Civil.
Los grupos de intervención municipal nacieron en el año 1987 como primera fuerza en la gestión de las emergencias y tienen su origen en los ayuntamientos, pero los sufraga la Xunta. El 85% de su prespuesto anual lo aporta la Consellería de Traballo, un 10% Medio Rural y el 5% restante Presidencia, Administracións Públicas e Xustiza.
Los 117 Grumir con los contará Galicia se distribuirán de forma equilibrada: 27 en la provincia de A Coruña, 32 en Ourense, 22 en Pontevedra y 36 en Lugo. La mayor apuesta por los municipios lucenses deriva de la carencia de dispositivos de emergencia en esta zona de la comunidad autónoma.
Entre los ayuntamientos gallegos que tendrán a partir de ahora un servicio propio están, en A Coruña, Padrón, Rianxo, Culleredo y Ares; Fonsagrada, Pedrafita, Foz y Láncara en Lugo; Beariz, Barco de Valdeorras, Nogueira de Ramuín y Xunqueira de Espadañedo en Ourense, y Agolada, Catoira, Tomiño y A Lama en Pontevedra.
"Deste xeito, complementase o servizo de protección en emerxencias prestado polos distintos parques comarcais de bomberos, actuando en zonas non cubertas por estes, onde os tempos de chegada son demasiado elevados, ou onde simplemente aínda non existen estes servizos, de xeito que quede protexida a maior parte posible de Galicia", manifiesta la portavoz de Protección Civil.
Saavedra es consciente del malestar causado por esta reorganización en los ayuntamientos que contaban con parque de bomberos y Grumir. "Entendo que os concellos pensaran que é unha pérdida para eles, pero nós temos que pensar na eficiencia do sistema e na necesidade de atender ao conxunto da pobación", afirmó.
El texto del último Pacto Local es claro en este aspecto: "Cando exista un parque de bombeiros no concello onde exista algún Grumir, este trasladarase a otro concello, de acordo coa proposta que formule a comisión entre a Fegamp e a Consellería de Presidencia, tendo ademais en conta a estrutura de Protección Civil en Galicia".
El acuerdo entre la Fegamp y la Xunta para esta redistribución recoge también la necesidad de que ningún Grumir disponga de más de doce efectivos, para lograr darle cobertura a todo el territorio de la comunidad autónoma.
Los criterios para dotar de un equipo de intervención rápida a los municipios fueron diversos, pero se tuvo en cuenta el peso poblacional, se priorizó a los ayuntamientos ubicados en los límites de las provincias (más alejados de los centros políticos y de servicios), a los núcleos de montaña y a las localidades con precedentes de riesgo de sufrir una emergencia.
Funciones concretas
El acuerdo entre la Fegamp y las tres consellerías de la Xunta con competencias en este terreno recoge ocho funciones básicas de los Grumir. Las dos primeras hacen referencia a su intervención en caso de incendio (en coordinación con los parques comarcales) y a las actuaciones para mantener en óptimas condiciones para la circulación la red de carreteras de la comunidad. En el que caso de que se produzcan reclamaciones por una deficiente limpieza de las calzadas, serán los ayuntamientos correspondientes sus responsables.
Los Grumir también intervendrán en situaciones derivadas de riesgos naturales (nevadas, inundaciones, temporales, heladas, derumbamientos, terremotos y sequía), de los riesgos provocados por el ser humano y de las aglomeraciones de personas en lugares y momentos determinados.
Por último, deben realizar también su labor para el establecimiento de medidas preventivas que minimicen las situaciones de riesgo citadas anteriormente y en los casos que impliquen coaboración con los ayuntamientos en materia de protección civil, medio ambiente, servicios sociales, sanidade y eventos deportivos o culturales.
Lo antes posible
La rapidez de actuación es fundamental en las situaciones de emergencia. Cuando un equipo tarda entre dos y veinte minutos en llegar al lugar donde deben intervenir, se trata de un intervalo óptimo de calidad, según los datos de diferentes estudios sobre la atención en accidentes.
De veinte a treinta minutos es un intervalo que puede resultar "interesante", según la Xunta, debido a las condiciones territoriales y de distribución de la población en una comunidad autónoma como Galicia, donde existen zonas que difícilmente pueden ser atendidas en un tiempo inferior.
Un tiempo de respuesta superior a treinta minutos no es adecuado, sólo es justificable en aquellas zonas a las que es imposible acudir en menos tiempo. Gobierno gallego y Fegamp tratan ahora de sentar las bases para lograr que esto no suceda nunca. Las áreas de montaña, como Os Ancares y O Caurel, poseen accesos muy complejos y lentos, por lo que necesitarán una atención especial.
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