Objetivo: Analizar el efecto de la fatiga física provocada por un rescate acuático sobre la calidad de la reanimación cardiopulmonar (RCP).
Método: Sesenta socorristas profesionales (30 hombres y 30 mujeres) formados en las Universidades de A Coruña y Vigo realizaron dos tests: el primero consistió en la realización de cuatro minutos de RCP en condiciones de reposo, y en el segundo realizaron RCP durante cuatro minutos inmediatamente después de un rescate acuático. Se utilizó el maniquí Laerdal Resusci Anne® con Laerdal PC Skill Reporting para registrar las compresiones y ventilaciones totales, las correctas e incorrectas y sus porcentajes.
Resultados: En reposo y en fatiga se observó un descenso en el número de compresiones correctas y en su porcentaje conforme trascurrían los minutos de RCP. Tras el rescate acuático, aumentaron las compresiones totales (reposo: 75,4, fatiga: 84,2; p < 0,001), descendió el porcentaje de ventilaciones correctas (reposo: 55,1%, fatiga: 34,7%; p < 0,001) y el de compresiones correctas (reposo: 77,5%; fatiga: 63,6%; p < 0,001).
Conclusiones: La fatiga física del socorrista, provocada por un rescate, afecta de forma negativa a la calidad de la RCP. Recomendamos, en la medida de lo posible, que sea un socorrista no fatigado el que inicie la RCP. [Emergencias 2013;25:184-190]
El texto completo en el documento adjunto.
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