Respecto a diferentes referencias a las inmovilizaciones ante la
sospecha de algunos tipos de fractura de fémur o cadera, y dado que en
las unidades de SVB no tenemos férulas específicas disponiendo
únicamente lo que sa ha llamado aquí chaleco de extricación (férula de
Kendrich), desde hace algún tiempo lo suelo emplear como ya se ha
dicho en este foro siempre que el tamaño del paciente me lo permita (no
en pacientes muy altos, muy obesos, o demasiado pequeños).
Como bien dice quien introdujo el tema, colocamos la férula en posición
invertida de forma que su zona prevista para bloqueo cervical quede por
debajo de la rodilla del lado afectado, y situamos la almohadilla que
suele llevar esta férula ocupando el vacío anatómico entre las piernas
para evitar roces dolorosos entre los huesos y posiciones articulares
forzadas a nivel de rodillas antes de cerrar la férula.
A poco que debamos desplazar al paciente se puede emplear la camilla
cuchara cuya concavidad nos garantiza una mayor estabilidad, o tabla
espinal cuando por cualquier complicación respiratoria sea preferible
apoyar la espalda del paciente sobre una superficie plana, sujetando su
cuerpo con tres correas. Con la primera hacemos un "ocho de guarismo"
que sujeta el pie de la extremidad no afectada a la cuchara, de forma
que el paciente pueda cargar gran parte de su peso sobre esa extremidad
al incorporar la camilla. La segunda correa sujeta el paciente a la
cuchara a nivel de caderas (por encima de la férula y de forma que la
presión sobre la superficie dura de soporte la realice con los glúteos,
y por último una tercera correa sobre el pecho, pasada bajo las axilas
sujetando el tronco del paciente sin opresión, intentando que otra
parte de su peso se apoye sobre esta correa.
Con el proceso descrito es posible poner la cuchara o tabla espinal en
posición vertical y bajarla en el ascensor o maniobrar como un bloque
en pasos estrechos, además de permitir su desplazamiento arrastrándola
apoyada sobre su canto inferior (nuestros lumbares agradecen la
ergonomía).
Una vez en la ambulancia el paso del paciente a la camilla permitirá un
traslado más cómodo que sobre la superficie dura, y el reajuste de la
tensión de las correas del inmovilizador por el mismo motivo.
Esta técnica es el fruto de la recopilación de un conjunto de maniobras
individuales aprendidas, por lo que la única aportación ha sido unirlas
y depurar detalles buscando razonamientos, es por eso que agradeceré
cualquier comentario que permita su mejora, así como la expresión de
posible interés por colaborar en un proceso similar que establezca una
pauta para la elección razonada de camilla cuchara o tabla espinal
según las circunstancias.