Jandro
e-mergencista experimentado
Pues esta es una de esas historias que no dejarían dormir a más de uno, sino fuera porque ya conocemos en qué casa estamos...
Resulta que cierta institución de voluntarios decide convocar a otros voluntarios, a nivel nacional, para ayudar en la llegada de inmigrantes a nuestras costas. El destino son las Islas Canarias.
Algunos cubrimos el formulario de inscripción y tenemos la suerte de ser seleccionados para ir. Sólo queda pendiente el tema de los billetes de avión, que gestionan las oficinas de la institución, en Tenerife. Y aquí empieza el esperpento.
Me llaman y me dicen que saldré de mi ciudad el día 8 ó 9, hasta el 23 ó 24. Quedo a la espera de que me manden, vía email, los datos de los billetes electrónicos de avión. Los días pasan, pasan, y nadie llama. Intento hablar con la oficina pero los teléfonos comunican, o no los atienden.
El día 8, cuando tenía que estar cogiendo el avión, me llaman. Me piden disculpas y me dicen que el tema "se había parado"
, pero que ya estaba retomado. Me ofrecen fechas alternativas, del 10 al 26. Acepto y quedan en gestionarme los billetes de avión, y vuelvo a esperar.
El día 9 me llama una responsable de la institución en la isla en la que me tocaba desempeñar mis funciones de voluntario, y me pregunta a qué hora llegaría el día siguiente, puesto que ya tenía reservado el alojamiento (vaya, alguien hace bien su trabajo
). Pues le tengo que decir que no tengo ni los billetes ni los horarios de los vuelos, con lo que nada. Ella se compromete a llamar a Tenerife y comprobar el tema.
Al poco me llama, y me dice que la agencia de viajes, que ha recibido múltiples anulaciones de viaje de la institución, afirma que no hay plazas de avión para esas fechas. Pero algo no debe ir bien, y me dice que me acerque a una oficina de esa agencia en mi ciudad, y que averigue si es verdad que no hay plazas. Si las hay, que la llame (toma, ahora tengo que gestionar yo los billetes de avión porque la agencia o no sabe, o no quiere...)
Pero lo hago más fácil: enciendo el ordenador y yo mismo hago la gestión. Pues resulta que sí, hay plazas en los vuelos (¿sorpresa?). Le comunico los datos de los vuelos para que los pase a Tenerife y a la agencia de viajes (a ver si así son capaces de gestionar los vuelos y reservar los billetes), pero ni así: nadie llama.
Por último, me vuelve a llamar la responsable de la institución en la isla, diciendo que ya no puede hacer más y pidiendo disculpas por algo que ella no ha hecho. Fue la única que dio la cara y que, por lo menos, me había reservado alojamiento.
Espero que no me vuelvan a llamar para contarme otra película.
Por cierto, creo que no soy el único afectado por este cachondeo. Si eres otra víctima, o tienes algún compañero voluntario que lo ha sido, te animo a que hagas lo que yo. He ido a mi asamblea (¡mecachis, he dicho "asamblea", ahora ya sabéis a qué institución me refiero!), he hablado con el coordinador y le he pedido información para presentar una protesta por escrito (no servirá de mucho, pero por lo menos se intenta). Me ha dicho que haga un escrito, que lo firmará el Presidente, y se enviará a la Provincial. De ahí veremos si se mueve.
Efectivamente, no hay nada más grande que el corazón de un voluntario. Y en algunas ocasiones tenemos que cargar con una gran CRUZ...
Resulta que cierta institución de voluntarios decide convocar a otros voluntarios, a nivel nacional, para ayudar en la llegada de inmigrantes a nuestras costas. El destino son las Islas Canarias.
Algunos cubrimos el formulario de inscripción y tenemos la suerte de ser seleccionados para ir. Sólo queda pendiente el tema de los billetes de avión, que gestionan las oficinas de la institución, en Tenerife. Y aquí empieza el esperpento.
Me llaman y me dicen que saldré de mi ciudad el día 8 ó 9, hasta el 23 ó 24. Quedo a la espera de que me manden, vía email, los datos de los billetes electrónicos de avión. Los días pasan, pasan, y nadie llama. Intento hablar con la oficina pero los teléfonos comunican, o no los atienden.
El día 8, cuando tenía que estar cogiendo el avión, me llaman. Me piden disculpas y me dicen que el tema "se había parado"

El día 9 me llama una responsable de la institución en la isla en la que me tocaba desempeñar mis funciones de voluntario, y me pregunta a qué hora llegaría el día siguiente, puesto que ya tenía reservado el alojamiento (vaya, alguien hace bien su trabajo

Al poco me llama, y me dice que la agencia de viajes, que ha recibido múltiples anulaciones de viaje de la institución, afirma que no hay plazas de avión para esas fechas. Pero algo no debe ir bien, y me dice que me acerque a una oficina de esa agencia en mi ciudad, y que averigue si es verdad que no hay plazas. Si las hay, que la llame (toma, ahora tengo que gestionar yo los billetes de avión porque la agencia o no sabe, o no quiere...)
Pero lo hago más fácil: enciendo el ordenador y yo mismo hago la gestión. Pues resulta que sí, hay plazas en los vuelos (¿sorpresa?). Le comunico los datos de los vuelos para que los pase a Tenerife y a la agencia de viajes (a ver si así son capaces de gestionar los vuelos y reservar los billetes), pero ni así: nadie llama.
Por último, me vuelve a llamar la responsable de la institución en la isla, diciendo que ya no puede hacer más y pidiendo disculpas por algo que ella no ha hecho. Fue la única que dio la cara y que, por lo menos, me había reservado alojamiento.
Espero que no me vuelvan a llamar para contarme otra película.
Por cierto, creo que no soy el único afectado por este cachondeo. Si eres otra víctima, o tienes algún compañero voluntario que lo ha sido, te animo a que hagas lo que yo. He ido a mi asamblea (¡mecachis, he dicho "asamblea", ahora ya sabéis a qué institución me refiero!), he hablado con el coordinador y le he pedido información para presentar una protesta por escrito (no servirá de mucho, pero por lo menos se intenta). Me ha dicho que haga un escrito, que lo firmará el Presidente, y se enviará a la Provincial. De ahí veremos si se mueve.
Efectivamente, no hay nada más grande que el corazón de un voluntario. Y en algunas ocasiones tenemos que cargar con una gran CRUZ...