polvora_PC
e-mergencista experimentado
Creo que podria ser interesante leer varios de los puntos de esta comparecencia, sobre todo en lo que afecta a la atencion a las victimas, tanto el 11-M como posteriormente
Link pdf : https://www.elmundo.es/documentos/2004/12/15/asociacionafectados11m.pdf
La verdad despues de leer las 11 paginas de este documento y habiendo estado el 11-M alli, perdonad que en este moemnto no haga valoraciones me siento dolido y hundido, despues podre valorar lo que nos dicen los que realmente importan, los familiares.
Link pdf : https://www.elmundo.es/documentos/2004/12/15/asociacionafectados11m.pdf
Denunciamos que hubo fallos en la atención inmediata a las víctimas, que se detectó una absoluta
descoordinación entre los diferentes servicios de atención, que no se controló en modo alguno el perfil de los
profesionales que atendieron a las familias de las víctimas y que, en ocasiones, ni siquiera contaban con
formación necesaria en situaciones de emergencia. La comunicación a las familias para la identificación de
los cadáveres fue absolutamente vergonzosa, anunciándosenos la misma mediante megafonía.
A pesar de las medallas y reconocimientos otorgados a los héroes del 11M, queremos destacar que a día de
hoy, 9 meses después, no se ha realizado evaluación formal ni balance independiente y sin triunfalismos
sobre las actuaciones de las distintas administraciones implicadas. Asimismo, no existe estudio riguroso que
verse sobre el estado psicológico y sanitario de las víctimas y sus familiares. La red sanitaria pública no ha
incrementado los servicios de atención a heridos, viéndonos en estos momentos incluidos en listas de
espera para intervenciones quirúrgicas de todo tipo.
Se contrató un aluvión de psicólogos y psiquiatras. ¿Para qué? Para qué si no nos acompañaron. Nos
acompañamos entre nosotros. Ellos se quedaron sentados en sus despachos esperando a que fuéramos a
verles si nos encontrábamos mal.
Nos trataron como a enfermos, antes de preguntarnos nos medicaron. Queremos un trato cercano. Los
queremos con nosotros, acercándose a nosotros, sin tenernos miedo. No mordemos ni somos contagiosos.
Una vez más, esperaremos un informe técnico independiente de los programas sanitarios desarrollados y
del plan de salud mental que ustedes diseñaron. Sin embargo, les hemos visto homenajearse mutuamente y
felicitarse por su éxito en congresos y declaraciones, donde sólo se escuchan a sí mismos.
Es necesario que sea un informe de evaluación técnica sobre la atención que recibimos objetivo e
independiente, pues hemos sido testigos incansables del reparto mutuo entre instituciones de
condecoraciones y medallas.
También queremos manifestar nuestro agradecimiento a todas aquellas personas que el 11 de marzo, y en
los días posteriores, de una manera profesional o con carácter voluntario se enfrentaron a la tragedia, sin
comprender ni cuestionarse otra cosa que no fuera la atención a las víctimas y a sus familias, con
generosidad, sacrificio y dignidad. Gente que no pidió nada más que el privilegio de estar en silencio, en
segunda fila, apoyando en lo que pudieran sin buscar ningún protagonismo. Profesionales anónimos,
vecinos, colectivos de jóvenes y de barrio, asociaciones culturales. Pero sobre todo, ciudadanos de a pie,
cada uno con lo que desde su buen hacer, podía aportar.
Gracias a los bomberos, gracias al personal sanitario, gracias a la policía, gracias a los taxistas, gracias a
los psicólogos, gracias a los conductores, gracias a los conductores de autobús y gracias a todos los que se
nos quedan en el tintero.
A TODOS DE NUEVO, GRACIAS.
Condenaremos siempre a aquellos que expongan imágenes que aviven constantemente la causa de nuestro
dolor. Cada vez que las imágenes se exponen sufrimos un paso atrás en ese trabajo de convivir con el dolor.
Cada vez que aparecen las imágenes nos sumergimos en una, dos, tres semanas de reavivar el dolor, es
volver a imaginar cómo pudieron haber muerto, especular sobre si sufrieron o no, si permanecieron con vida
el tiempo suficiente para preguntarse dónde estábamos nosotros para socorrerles, dos o tres semanas de
emparejar esas imágenes con los rostros de ellos. Regresan las vivencias del desconcierto, el miedo, la
impotencia, el desasosiego, la vulnerabilidad, el camino a los hospitales... del caos.
Recuerdo feliz, como los tuvimos y como los quisimos, y ustedes se empeñan en arrojarnos el horror en
nombre del espectáculo, en machacarnos y recordarnos aquellas imágenes que no deseamos que queden
grabadas en nuestras mentes como último recuerdo de aquellos a quienes amamos o como el trágico
recuerdo del día en que volvimos a nacer.
Los que tuvimos la suerte de poder contar lo vivido, sufrimos el peso de la culpa por haber sido nosotros, y
no ellos, los que hoy no podemos borrarnos aquel día de la retina. El goteo incesante de imágenes que
salpica cualquier periódico o programación nos regresa una y otra vez al inicio del camino de la superación,
pero parece que eso a ustedes, periodistas, no les importa. Nosotros, desde nuestra autoridad moral, les
señalamos, les imploramos, les pedimos, les exigimos que dejen de vendernos como espectáculo.
Pronto se acercará el primer aniversario de la masacre. Una excelente oportunidad para medir la altura
moral de todos y cada uno de los directores de periódico y de cadenas de televisión de este país. Cada cual
establecerá entonces su talla moral. Ustedes dispondrán de una oportunidad para demostrar de qué madera
están hechos.
La falta de rigor moral en la emisión de imágenes que no arrojan luz sino oscuridad en torno al omnipresente
11M, no sólo nos revuelve las entrañas a las víctimas, sino también a la sociedad en su conjunto. Con ellas
nos embarga el miedo y la sensación de vivir absolutamente desprotegidos, y eso Señorías, nos hace aún
más sensibles a las manipulaciones de todo tipo,
La verdad despues de leer las 11 paginas de este documento y habiendo estado el 11-M alli, perdonad que en este moemnto no haga valoraciones me siento dolido y hundido, despues podre valorar lo que nos dicen los que realmente importan, los familiares.