Conveniencia del carnet, conveniencia de identificación, inconveniencia de la placa
Creo que ninguno dudamos de la conveniencia de disponer de un carnet mediante el cual podamos identificarnos y acreditarnos. Está claro que habrá controversias acerca de qué debería reflejar ese carnet, pero en lo más básico deberíamos estar todos de acuerdo:
Foto reciente: Es incuestionable que la manera más directa de verificar que quien te enseña el carnet es a quien le corresponde es mediante una foto reciente. Claro que se puede falsear esta información, pero tampoco nos vamos a poner en plan paranoico.
Nombre (completo o solo nombre): Al paciente le da más cercania (para lo bueno y para lo malo) el tratar con un nombre más que con un número. Sé que a muchos os costará que la gente sepa cual es vuestro nombre. A mí también me daba vergüenza al princpio, pero ahora lo veo de lo más normal.
Número de identificación: El paciente debe tener la posibilidad de identificarnos ante una situación conflictiva. No olvidemos que entre nosotros también se cuelan manzanas podridas. Y la única forma unívoca de hacer esto es mediante un número. Preferiblemente un número otorgado por la entidad a la que se presta servicio (número de placa, por ejemplo).
Puesto/cargo: No es lo mismo estar tratando con un personal de base que con un responsable. Lo lógico es que tal situación quede convenientemente reflejada.
Especialidad/Ocupación: Igualmente, debe quedar claro si se está tratando con un técnico, un enfermero, un médico, un paramédico, un especialista en rescate, etc.
De lo anterior, cabe destacar que el carnet no debe ser un documento que vaya luciéndose en todo momento (entiendo que así lo sea en algunas situaciones, pero no en las actividades ordinarias). Más que nada porque resulta un engorro. Siempre se puede pensar en la posibilidad de un departamento transparente en la ropa, a la altura del pecho, donde llevar este documento. Pero es fácil que de esta forma se pierda o resulte dañado.
En ese sentido parte de la información recogida en el carnet debe ir en la uniformidad (número, cargo y puesto), siendo opcional el indicar también el nombre (solo o completo, o si alguno lo prefiere, hasta un apodo).
Por otro lado está la cuestión de la placa. Se podría pensar que lo más rápido es meter la información en el carnet, de forma que el número de la placa se corresponda con el número de identificación indicado en el carnet. Así, bastaría con ponerse la placa en el pecho al entrar de servicio, y se terminaría antes.
Es una opción tan válida como otra cualquiera. Sin embargo, y esto es tan solo mi opinión, la placa puede dar lugar a confusiones. No sería la primera vez que por la placa se nos confunde con la policía (a mí me ha pasado hace dos semanas en un centro de ocio), y eso puede acarrearnos más problemas que soluciones.
Situación de la acreditación en el Cuerpo de Voluntarios de Protección Civil Villa de Madrid
Hace unos cuantos años, yo diría que unos cinco o seis, y después de haber esperado por otros tantos, se nos hizó por fin entrega de una acreditación como voluntarios. Esta acreditación constaba de una cartera con su correspondiente carnet de voluntario y una placa numerada alegórica del SAMUR.
En el carnet se indica el nombre completo de la persona, y la condición de voluntario. En ningún caso se hace referencia a si está formado en el área sanitaria (tenemos TEM, TAV, DUEs y Médicos), ni el cargo que pueda ostentar dentro del Cuerpo de Voluntarios.
El carnet es a su vez una tarjeta RFID (Identificación por Radiofrecuencia), es decir, como el chip identificativo que le ponen a los perros (que nadie me malinterprete). La idea es (o más bien era) que con esa tarjeta tuvieramos controlado el acceso a las dependencias del servicio (por ejemplo, solo los chicos pudieran entrar en el vestuario de chicos, y las chicas en el de chicas), que sirviera para controlar la asistencia a los servicios, y demás ideas variopintas. De hecho, se estuvo funcionando con las tarjetas para el control de las llaves de los vehículos.
Hace unos tres años se detectaron problemas serios con el uso de las tarjetas. Del estilo de que llevar una tarjeta de débito y/o crédito en la misma cartera podría resultar fatal para la misma, o que con el tiempo, misteriosamente, algunas tarjetas aparecían como borradas, vamos, sin información de identificación.
Desde entonces se han extendido rumores sobre la no realización de más carnets hasta la puesta en marcha de un dispositivo con menos errores. Lo cierto es que la última entrega de carnets que presencié fue el invierno pasado (fecha de paso a activo de la última promoción en aquel momento, actualmente hay otras dos en curso)