Campaña prevención atropellos como teatro callejero

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La Dirección de Tráfico del Departamento de Interior del Gobierno Vasco ha puesto en marcha desde el 4 hasta el 8 de Junio en Bilbao, una campaña de prevención de atropellos basada en el teatro callejero.

Dos actores disfrazados de muñecos rojos y verde del semáforo, recorrieron las calles de la capital vizcaina para concienciar a los viandantes de ese peligro y reforzar las conductas positivas.

La campaña pretende llamar la atención de los peatones sobre los comportamientos que conllevan riesgo de atropellos, como cruzar la calle con el semáforo en rojo, por lugar indebido, o usando el móvil por ejemplo. Desde la acera, los muñecos llamaron la atención de forma amable a los viandantes que realizaron alguna de esas conductas a la vez que respaldaron los comportamientos positivos del resto de peatones.

Los lugares donde se escenificó la campaña, son pasos de peatones con y sin semáforo, en tramos significativos por la afluencia de viandantes o por su nivel de accidentalidad. La policia local de Bilbao ha colaborado en la selección de los tramos.

La campaña ha tenido muy buena acogida, salvo algun viandante que ha respondido de una manera poco civilizada.
 
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información obtenida de deia.com

A la caza del peatón incívico

El Departamento vasco de Interior inicia en la capital vizcaina una campaña de teatro callejero para intentar frenar el número de peatones que cada año mueren atropellados en la CAV.
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Unai Muñoz
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POR unas horas, los muñecos rojos y verdes de los semáforos que regulan los cruces más transitados de Bilbao cobraron vida para cazar a los peatones incívicos. Y la verdad es que tuvieron trabajo, porque en la villa son muchos los viandantes que hacen caso omiso de las señales luminosas que regulan el tráfico y deciden jugarse el físico para robar unos segundos al reloj.

Un actor, vestido completamente de rojo, y una actriz, que emana por todos los poros de su cuerpo el color de la esperanza, son los protagonistas de esta representación callejera, impulsada por el Departamento vasco de Interior, y que hasta el próximo viernes permanecerá en la capital vizcaina para intentar reducir la cifra de muertes por atropello. Y su modus operandi es bien sencillo: a los peatones que pasan de un lado a otro de la calle cuando no deben se les recrimina de "forma amable", mientras que a las personas que guardan pacientemente su turno se les deja caminar "sin agobios".

Los dos personajes comenzaron su jornada de sensibilización frente al Ayuntamiento de Bilbao y no tardaron mucho en regañar al primer viandante. El afortunado fue Antonio Blanco, que tras cruzar el paso de cebra con el semáforo en rojo tuvo que aguantar los pitidos de Javier Cortes, uno de los actores que participa en el teatro. "La verdad es que me he ganado la bronca, pero es que vengo a la carrera. He estado arreglando unos papeles en el juzgado y se me ha hecho tarde", aseguró el primer ciudadano incívico de la mañana, que se convirtió por un momento en el centro de atención de todas las miradas. "Vaya susto que me han dado. No me esperaba esto, pero veo bien que se meta caña a los peatones. Tenemos que esperar nuestro turno", concluyó Antonio, que tras la pequeña reprimenda continuó su camino con una sonrisa.

Las prisas y el poco tiempo que tienen los viandantes para pasar los semáforos fueron algunas de las excusas que dieron cuando se les acercaron los muñecos. "Acabo de terminar de trabajar y tengo una hora para comer. La verdad es que lo recomendable es esperar hasta que se ponga en verde, pero una cosa es decirlo y otra hacerlo", indicó Manuel González, otro de los peatones abroncados.

En los últimos cinco años más de 156 personas han muerto atropelladas en las calles de Euskadi y más de un millar han resultado heridas graves. Unas cifras que no son "para tomarse a broma", según señaló Patricia Ávila, la actriz que dio vida al muñeco verde y que fue la encargada de repartir los folletos informativos entre los viandantes.

En una de las caras de estas postales se puede leer el lema Por favor, no se engañe a sí mismo: no es más rápido que los coches, acompañado de unas sencillas normas que los peatones deben respetar para evitar ser atropellados. Lo primero, claro está, no cruzar nunca con un semáforo en rojo. Mientras que en el reverso se observa una radiografía real de una rotura de fémur, con tornillos, con el mensaje: Cruzar la calle sin respetar las normas, puede romper su vida.

Ya sea por el miedo a recibir una bronca o por los remordimientos de conciencia, la cuestión es que el número de peatones que se saltó a la torera las normas viales ante los ojos de los muñecos fue decayendo según pasaron los minutos. "No me creo que todo el mundo respete el semáforo. Lo hacen por no aguantar el chaparrón", resumió uno de los viandantes que, entre risas, acertó a regatear a los actores.

malos humos

"Este tipo de iniciativas me parecen estupendas. Yo siempre espero a que el semáforo se ponga en verde, pero discuto mucho con mi marido porque es de los que pasa sin mirar", afirmó Emilia Llorente, que no dudó en charlar durante unos minutos con uno de los muñecos.

Aunque alguno de los peatones regañados no fue tan afable. "Pagamos los impuestos para tener facilidades, pero nos ponen obstáculos. No me da tiempo a pasar los dos pasos de cebra porque el semáforo dura muy poco y por eso cruzo cuando no debo", recriminó una jubilada a estos dos personajes, que permanecerán en las calles de la capital vizcaina hasta este viernes. Gasteiz y Donostia son sus próximos destinos.
 
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