tanidya
e-mergencista experimentado
Cae un coche de la Guardia Municipal de Donostia a la vías del tren
Un agente de la Guardia Municipal de San Sebastián resultó ayer ileso tras precipitarse con un vehículo oficial de una altura de unos diez metros, desde la pasarela de Mundaiz a las vías del tren. El agente pudo salir del vehículo por sus propios medios, con tal fortuna que se encontraba ya fuera de las vías cuando, sólo unos minutos después, un tren de cercanías que circulaba por la zona impactó contra el coche patrulla y lo arrolló. Los compañeros del agente lesionado que acudieron al lugar del siniestro reconocían que «esta vez la suerte se ha aliado con uno de los nuestros. Es un tópico, lo reconozco, pero mi compañero ha vuelto a nacer, no se puede decir otra cosa», señaló uno de ellos.
El suceso tuvo lugar minutos antes de las diez de la mañana cuando un turismo oficial de la Guardia Municipal circulaba por el camino de Mundaiz procedente del barrio de Egia en dirección al Paseo del Urumea. El agente regresaba a la Inspección donostiarra tras haber realizado diversas gestiones en el Palacio de Justicia de la capital guipuzcoana. Al llegar a la pasarela que cruza las vías del tren de Renfe, frente a la entrada de la Univeridad de Deusto, el turismo policial, modelo Peugeot 309, perdió el control, impactó contra la valla de protección y se precipitó a las vías desde una altura de unos diez metros.
Llegada del tren
El funcionario policial logró salir por sus propios medios del vehículo y dispuso del tiempo preciso para abandonar las vías. Justo entonces, el agente fue testigo de la llegada de un tren de cercanías que acababa de efectuar su salida de la estación de Donostia, apenas distante un kilómetro del lugar de los hechos. El maquinista se encontró de frente con el coche siniestrado y no tuvo tiempo de detener el convoy ferroviario. El conductor accionó el sistema de frenado de emergencia pese a lo cual arrolló el coche patrulla y lo arrastró varios metros sobre los raíles.
Al lugar del suceso se desplazaron efectivos de los Bomberos y compañeros del guardia herido, así como varias ambulancias. El policía lesionado fue atendido en el mismo lugar y posteriormente trasladado a una clínica donostiarra, donde a media tarde permanecía en observación. Fuentes consultadas indicaron que las lesiones que presentaba no revestían gravedad. «Tiene alguna contusión en el hombro y poco más», precisó uno de sus compañeros.
Agentes municipales desplazados al lugar subrayaron la fortuna del agente. «Es muy posible que la caída del coche patrulla se haya visto amortiguada por algunos cables que hay entre los postes del tendido de Renfe. Es posible también que haya impactado contra la catenaria. De cualquier manera, lo importante es que no le ha pasado nada. Si llega a perder el conocimiento o queda atrapado dentro del coche, el tren de lo hubiese llevado por delante».
La Guardia Municipal ha abierto una investigación para determinar las causas del accidente. En este sentido, los agentes adscritos al caso tratarán de determinar si el vehículo patinó bien en el asfalto, que se encontraba mojado por la lluvia, o en las líneas del paso de cebra existente en el mismo lugar. Asimismo, se comprobará si el vehículo implicado se encontraba en perfectas condiciones, así como la velocidad a la que el guardia circulaba.
Debido al accidente, el tráfico ferroviario quedó interrumpido momentáneamente, aunque transcurrido un tiempo, la circulación se restableció por una de las dos vías existentes en la zona. El vehículo fue retirado sobre las cuatro de la tarde.
En julio de 2002, un hombre de 38 años falleció en esta misma zona como consecuencia de las graves lesiones que sufrió tras colisionar su moto contra la valla del puente y precipitarse también a las vías del tren.
El Ayuntamiento de Donostia está a punto de iniciar unas obras de ampliación del puente que en cuanto finalicen pasará a tener una anchura de seis metros en lugar de los cuatro actuales.
Un agente de la Guardia Municipal de San Sebastián resultó ayer ileso tras precipitarse con un vehículo oficial de una altura de unos diez metros, desde la pasarela de Mundaiz a las vías del tren. El agente pudo salir del vehículo por sus propios medios, con tal fortuna que se encontraba ya fuera de las vías cuando, sólo unos minutos después, un tren de cercanías que circulaba por la zona impactó contra el coche patrulla y lo arrolló. Los compañeros del agente lesionado que acudieron al lugar del siniestro reconocían que «esta vez la suerte se ha aliado con uno de los nuestros. Es un tópico, lo reconozco, pero mi compañero ha vuelto a nacer, no se puede decir otra cosa», señaló uno de ellos.
El suceso tuvo lugar minutos antes de las diez de la mañana cuando un turismo oficial de la Guardia Municipal circulaba por el camino de Mundaiz procedente del barrio de Egia en dirección al Paseo del Urumea. El agente regresaba a la Inspección donostiarra tras haber realizado diversas gestiones en el Palacio de Justicia de la capital guipuzcoana. Al llegar a la pasarela que cruza las vías del tren de Renfe, frente a la entrada de la Univeridad de Deusto, el turismo policial, modelo Peugeot 309, perdió el control, impactó contra la valla de protección y se precipitó a las vías desde una altura de unos diez metros.
Llegada del tren
El funcionario policial logró salir por sus propios medios del vehículo y dispuso del tiempo preciso para abandonar las vías. Justo entonces, el agente fue testigo de la llegada de un tren de cercanías que acababa de efectuar su salida de la estación de Donostia, apenas distante un kilómetro del lugar de los hechos. El maquinista se encontró de frente con el coche siniestrado y no tuvo tiempo de detener el convoy ferroviario. El conductor accionó el sistema de frenado de emergencia pese a lo cual arrolló el coche patrulla y lo arrastró varios metros sobre los raíles.
Al lugar del suceso se desplazaron efectivos de los Bomberos y compañeros del guardia herido, así como varias ambulancias. El policía lesionado fue atendido en el mismo lugar y posteriormente trasladado a una clínica donostiarra, donde a media tarde permanecía en observación. Fuentes consultadas indicaron que las lesiones que presentaba no revestían gravedad. «Tiene alguna contusión en el hombro y poco más», precisó uno de sus compañeros.
Agentes municipales desplazados al lugar subrayaron la fortuna del agente. «Es muy posible que la caída del coche patrulla se haya visto amortiguada por algunos cables que hay entre los postes del tendido de Renfe. Es posible también que haya impactado contra la catenaria. De cualquier manera, lo importante es que no le ha pasado nada. Si llega a perder el conocimiento o queda atrapado dentro del coche, el tren de lo hubiese llevado por delante».
La Guardia Municipal ha abierto una investigación para determinar las causas del accidente. En este sentido, los agentes adscritos al caso tratarán de determinar si el vehículo patinó bien en el asfalto, que se encontraba mojado por la lluvia, o en las líneas del paso de cebra existente en el mismo lugar. Asimismo, se comprobará si el vehículo implicado se encontraba en perfectas condiciones, así como la velocidad a la que el guardia circulaba.
Debido al accidente, el tráfico ferroviario quedó interrumpido momentáneamente, aunque transcurrido un tiempo, la circulación se restableció por una de las dos vías existentes en la zona. El vehículo fue retirado sobre las cuatro de la tarde.
En julio de 2002, un hombre de 38 años falleció en esta misma zona como consecuencia de las graves lesiones que sufrió tras colisionar su moto contra la valla del puente y precipitarse también a las vías del tren.
El Ayuntamiento de Donostia está a punto de iniciar unas obras de ampliación del puente que en cuanto finalicen pasará a tener una anchura de seis metros en lugar de los cuatro actuales.
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