Respuesta: Arte y Medicina. La muerte
Bueno espero que les guste, es un poema que escribí hace poco, y trata de la muerte y de nuestra tarea frente a ella...
Resucitación
Tiempos de calma, tiempos de tempestad,
tiempos de vida, tiempos de muerte.
Tres sombras abrigadas por las esperanzas,
corren entre el aullido de las lágrimas
buscando una señal, un faro que ilumina,
al ángel de la muerte que sobrevuela el lugar,
con su mortaja desgarrada, blanca,
tejida con la humedad de los moribundos.
Como una señal esperada pero no deseada,
el ángel y las sombras se precipitan al unísono
en un lugar de luz que se está llenando de oscuridad,
y las sombras se confunden al entrar.
El ángel de la muerte está extendiendo su mortaja
sobre un cuerpo que lentamente deja de palpitar.
Una de las sombras se arrodilla
y poniendo sus manos sobre el pecho frío,
como orando en el muro de los lamentos
con las manos apoyadas en él,
inicia una oración de vida,
treinta palabras, treinta momentos, treinta pulsaciones.
Otra sombra toma con sus manos la cabeza
donde las ideas se encaminan a la luz dejando oscuridad,
ora en la aspiración e insufla el aire que lleva energía.
La última sombra busca en los miembros inertes,
el río rojo que nutre, que da respiración
pero que está cesando de fluir y, penetrando en él,
lo ayuda con nuevas aguas, con nuevas fuerzas.
Las tres sombras luchan tratando que el ángel de la vida
no sea tentado por su par dejando la casa donde estaba.
La mortaja fría se extiende lentamente por el cuerpo
hasta que de golpe, como gusanos ante el fuego,
empieza a retroceder, dejando lugar al calor.
Las sombras continúan en sus movimientos,
de esa danza sincronizada de la vida,
hasta que ya no quedan mortajas en el cuerpo.
El ángel de la muerte emprende el vuelo,
hoy fue derrotado, mañana… mañana es otro día