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tanidya

e-mergencista experimentado
NOTICIA APARECIDA EN EL DIARIO VASCO. COMO UNA ESPECIE DE RECORDATORIO DE NOTICIA DE 1971


1971. Niño atropellado en la avenida Sancho el Sabio
«En la avenida de Sancho el Sabio la velocidad de los vehículos resulta peligrosa», afirmaba DV tras el atropello de un niño en confusas circunstancias.
MIKEL G. GURPEGUI/

Los semáforos tardaron en llegar a la amaratarra avenida de Sancho el Sabio.


Ya se sabe que un mismo accidente es visto de forma diferente por distintos protagonistas y testigos. Somos rematadamente subjetivos, qué le vamos a hacer. Las distintas versiones en torno a un mismo hecho, el atropello de un niño en la avenida de Sancho el Sabio, se ejemplificaron hace 35 años en las páginas de DV publicadas tres días consecutivos de febrero.

El 19 de febrero de 1971 apareció la primera noticia: «La avenida de Sancho el Sabio sigue causando accidentes y atropellos. Un niño ha sido arrollado por un coche, y éste, al tratar de evitar el accidente, chocó con otro, causándole grandes desperfectos. El niño resultó con lesiones de pronóstico reservado».

Y la primera crítica dura por parte de este periódico: «La avenida de Sancho el Sabio no tiene arreglo. El accidente (...) ocurrió en el mismo 'paso de cebra', señalización que no sirve para nada, sino que tiene carácter decorativo y de indudable perjuicio para los peatones. ¿Para cuándo los semáforos?».

Al día siguiente se ampliaba la información, con nuevos datos desde el punto de vista del padre del chaval, que tenía 11 años y se llamaba Juan Carlos Aguirre. Según esta versión, la culpa había sido de un 124 que venía «a pleno rendimiento de su motor. El conductor (...), al intentar desesperadamente frenar, sin poder conseguirlo, se lanzó contra varios vehículos aparcados en la avenida, dando bandazos de un lado a otro de la calzada. En uno de aquellos bruscos e incontrolados virajes, alcanzó con la aleta izquierda al pequeño Juan Carlos, a quien arrojó por el golpe bajo el autobús del servicio escolar».

El conductor de aquel coche, José María O., se presentó en DV para contar una historia opuesta, que se publicaba hoy, 21 de febrero: «El niño (...) no fue arrollado ni golpeado por su coche, sino por el autobús escolar». «El coche del señor Odriozola frenó, echándose a la izquierda, con la mala fortuna de que, al estar el autobús escolar aparcado en segunda fila, no tuvo suficiente sitio para pasar, por la anchura de su vehículo, y pegó exclusivamente a otro vehículo aparcado en la parte izquierda de la calzada».

Ya no se llegó a una cuarta versión en que, qué sé yo, el niño hubiese atropellado a coches y autobús. El periódico admitió que correspondía a los tribunales establecer los hechos y arremetía contra la excesiva velocidad y la falta de semáforos en Sancho el Sabio: «Corresponde al Ayuntamiento, a través de su Comisión de Tráfico, velar por la seguridad de los p
 
La verdad es que esto me recuerda a un ejercicion que hicimos cuando estaba cursando el TEM-B, en el cual nosotros eramos el centro coordinador y nos entraban varias llamadas para el mismo aviso, aunque ninguna de ellas aportaba los mismos datos y dependian de la posicion y de lo que habia podido ver el alertante.
 
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