tanidya
e-mergencista experimentado
El tifón "Durian" deja un rastro de al menos 400 muertos y más de 20.000 personas sin hogar
El corte de carreteras y caminos impide en muchos casos el acceso a pueblos anegados por el lodo
El paso del tifón Durian por Filipinas dejó ayer al menos 400 muertos y más de 20.000 desplazados. La cifra no es todavía definitiva. Las autoridades estimaban que el número de muertos podría ir aumentando porque decenas de personas continuaban desaparecidas y, algunas, sepultadas bajo el lodo. La zona más afectada es la provincia de Albay, en el este de Filipinas, donde perdieron la vida la inmensa mayoría de las víctimas, 368, al ser sepultadas por un enorme alud de barro y cenizas arrastradas desde el volcán Mayon. En esta provincia, el tifón golpeó el jueves con toda su fuerza con vientos sostenidos de 190 kilómetros por hora y ráfagas de hasta 225 kilómetros por hora. Las labores de rescate en Albay se encontraban en la noche de ayer casi paralizadas porque la provincia, de 1,2 millones de habitantes, permanecía sin servicio de corriente eléctrica y con las carreteras y caminos anegados por el barro.

La localidad de Pamplona, arrasada por el fango.La localidad de Pamplona, en la provincia filipina de Camarines Sur, fue una de las más afectadas por las riadas que provocó el tifón. Pamplona es una de las cuatro localidades filipinas que reciben el mismo nombre que la capital navarra. La Pamplona de Camarines tiene casi 30.000 habitantes censados. Muchas ciudades filipinas reciben nombres españoles como recuerdo de su pasado colonial y de la presencia de misioneros. Es el caso de la norteña Pamplona de Cagayan, una ciudad que fue bautizada así por el sacerdote pamplonés Pedro Montenegro, en el siglo XIX. Según los lugareños, Montenegro dio ese nombre a una nueva población, resultante de la fusión de varias aldeas, porque le recordaba en algunos aspectos a su Pamplona natal. REUTERS

Una mujer tiene en brazos a su hija y espera la llegada de ayuda
El gobernador de esta provincia, Fernando González, declaró por teléfono que los últimos datos que recibió antes de caer la noche daban además el número de 261 heridos.
La tragedia principal en Albay se debe a la combinación de las lluvias que acompañan al tifón con las cenizas expulsadas por el Mayon, uno de los volcanes más activos de Filipinas y que este año ha amenazado con entrar en erupción en varias ocasiones.
El gobernador González explicó que las copiosas precipitaciones arrastraron los sedimentos acumulados en las laderas oriental y suroriental del volcán y éstos sepultaron ocho aldeas.
Según el último boletín el Consejo Coordinador de Desastres Naturales (NDCC, en inglés) al mediodía local, hay 21.684 personas desplazadas en nueve de las provincias afectadas.
«Vamos a tener cuatrocientos muertos cuando esto acabe. (El tifón) Ha sido uno grande», declaró por teléfono el presidente de la Cruz Roja de Filipinas, el senador Richard Gordon. El presidente de la Cruz Roja opinó que la verdadera magnitud del desastre se conocerá cuando se pueda confirmar además la situación en Catanduanes y en las islas de Marinduque y Mindoro.
El alcalde de Legazpi, Noel Rosal, explicó a los medios filipinos que en la aldea de Padang, a los pies del Mayon, «sólo se ven los techos de las casas».
La presidenta de Filipinas, Gloria Macapagal Arroyo, ordenó al Ejército colaborar en las tareas de rescate y que se desembolsara mil millones de pesos (20 millones de dólares o 15 millones de euros) de fondos especiales para ayudar a los damnificados.
Manila se salvó
Los meteorólogos habían previsto que este ciclón atravesaría Manila y las autoridades temieron una nueva catástrofe como la originada por el tifón Xangsane el pasado septiembre, que mató a cerca de 250 personas.
Los manileños llevaban nueve años sin conocer la fuerza directa de un huracán y Xangasane afectó Manila, y causó cortes de luz y agua durante días.
Las autoridades habían tomado precauciones en esta ocasión, y habían cerrado las escuelas y hecho advertencias, pero, a pesar de los pronósticos, Durian se desvió a medida que penetraba por el archipiélago filipino, perdió fuerza y acabó por pasar en la madrugada del viernes al sur de Manila.
El tifón, probablemente el último que surja en la temporada en Filipinas, se aleja ya del país por el Mar del Sur de China. Entre quince y veinte ciclones azotan cada año Filipinas durante la estación lluviosa, que va de mayo-junio a octubre-noviembre.
El corte de carreteras y caminos impide en muchos casos el acceso a pueblos anegados por el lodo
El paso del tifón Durian por Filipinas dejó ayer al menos 400 muertos y más de 20.000 desplazados. La cifra no es todavía definitiva. Las autoridades estimaban que el número de muertos podría ir aumentando porque decenas de personas continuaban desaparecidas y, algunas, sepultadas bajo el lodo. La zona más afectada es la provincia de Albay, en el este de Filipinas, donde perdieron la vida la inmensa mayoría de las víctimas, 368, al ser sepultadas por un enorme alud de barro y cenizas arrastradas desde el volcán Mayon. En esta provincia, el tifón golpeó el jueves con toda su fuerza con vientos sostenidos de 190 kilómetros por hora y ráfagas de hasta 225 kilómetros por hora. Las labores de rescate en Albay se encontraban en la noche de ayer casi paralizadas porque la provincia, de 1,2 millones de habitantes, permanecía sin servicio de corriente eléctrica y con las carreteras y caminos anegados por el barro.





La localidad de Pamplona, arrasada por el fango.La localidad de Pamplona, en la provincia filipina de Camarines Sur, fue una de las más afectadas por las riadas que provocó el tifón. Pamplona es una de las cuatro localidades filipinas que reciben el mismo nombre que la capital navarra. La Pamplona de Camarines tiene casi 30.000 habitantes censados. Muchas ciudades filipinas reciben nombres españoles como recuerdo de su pasado colonial y de la presencia de misioneros. Es el caso de la norteña Pamplona de Cagayan, una ciudad que fue bautizada así por el sacerdote pamplonés Pedro Montenegro, en el siglo XIX. Según los lugareños, Montenegro dio ese nombre a una nueva población, resultante de la fusión de varias aldeas, porque le recordaba en algunos aspectos a su Pamplona natal. REUTERS


Una mujer tiene en brazos a su hija y espera la llegada de ayuda

El gobernador de esta provincia, Fernando González, declaró por teléfono que los últimos datos que recibió antes de caer la noche daban además el número de 261 heridos.
La tragedia principal en Albay se debe a la combinación de las lluvias que acompañan al tifón con las cenizas expulsadas por el Mayon, uno de los volcanes más activos de Filipinas y que este año ha amenazado con entrar en erupción en varias ocasiones.
El gobernador González explicó que las copiosas precipitaciones arrastraron los sedimentos acumulados en las laderas oriental y suroriental del volcán y éstos sepultaron ocho aldeas.
Según el último boletín el Consejo Coordinador de Desastres Naturales (NDCC, en inglés) al mediodía local, hay 21.684 personas desplazadas en nueve de las provincias afectadas.
«Vamos a tener cuatrocientos muertos cuando esto acabe. (El tifón) Ha sido uno grande», declaró por teléfono el presidente de la Cruz Roja de Filipinas, el senador Richard Gordon. El presidente de la Cruz Roja opinó que la verdadera magnitud del desastre se conocerá cuando se pueda confirmar además la situación en Catanduanes y en las islas de Marinduque y Mindoro.
El alcalde de Legazpi, Noel Rosal, explicó a los medios filipinos que en la aldea de Padang, a los pies del Mayon, «sólo se ven los techos de las casas».
La presidenta de Filipinas, Gloria Macapagal Arroyo, ordenó al Ejército colaborar en las tareas de rescate y que se desembolsara mil millones de pesos (20 millones de dólares o 15 millones de euros) de fondos especiales para ayudar a los damnificados.
Manila se salvó
Los meteorólogos habían previsto que este ciclón atravesaría Manila y las autoridades temieron una nueva catástrofe como la originada por el tifón Xangsane el pasado septiembre, que mató a cerca de 250 personas.
Los manileños llevaban nueve años sin conocer la fuerza directa de un huracán y Xangasane afectó Manila, y causó cortes de luz y agua durante días.
Las autoridades habían tomado precauciones en esta ocasión, y habían cerrado las escuelas y hecho advertencias, pero, a pesar de los pronósticos, Durian se desvió a medida que penetraba por el archipiélago filipino, perdió fuerza y acabó por pasar en la madrugada del viernes al sur de Manila.
El tifón, probablemente el último que surja en la temporada en Filipinas, se aleja ya del país por el Mar del Sur de China. Entre quince y veinte ciclones azotan cada año Filipinas durante la estación lluviosa, que va de mayo-junio a octubre-noviembre.