Acc. mortal Fragata Extremadura

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JORGE SECO

e-mergencista experimentado
El cabo primero Francisco Jesús Pérez Castrillón, natural de Bilbao, y el marinero E. Noval Gómez, de La Coruña, se encontraban en el interior de la fragata «Extremadura» cuando explotó una caldera.



siniestro ocurrió sobre las 2.20 horas de hoy, cuando se produjo una explosión de una tubería de vapor del sistema de propulsión de la fragata Extremadura, que estaba en funcionamiento en régimen automático a esa hora porque iba a salir a la mar para participar en las pruebas de la fragata Méndez Núñez, la última de las cuatro que construye Navantia-Ferrol para la Armada española.

Por causas aún por determinar, se produjo una explosión que se extendió a la zona de calderas y en el rescate tuvieron que intervenir tanto los bomberos del propio Arsenal Militar de Ferrol, como los del Parque de Bomberos de la ciudad, que recibieron el aviso sobre las 2.30 horas de hoy.

Las labores de rescate de los cuerpos sin vida de los dos militares se vieron dificultadas debido al difícil acceso y a la elevada temperatura que existía en el interior del buque, por lo que se tardó más de una hora en recuperar los cuerpos. Al lugar se desplazó una ambulancia medicalizada del 061, que no pudo hacer nada por las víctimas, a las que se les realizan las autopsias en un hospital de Ferrol.

El cabo primero Francisco Javier Pérez Castrillón, de 28 años, nacido en Bilbao pero residente en el municipio de Narón, será enterrado a las cuatro de la tarde en el cementerio de San Julián de Coirós (A Coruña).

Su compañero, el marinero Erik Noval, de 20 años, recibirá sepultura en el cementerio de San Pedro de Nós, cerca de Cambre (La Coruña), su localidad natal.

Los bomberos tachan de «penoso» el rescate por la altísima temperatura de la sala

Un portavoz del cuerpo de bomberos de Ferrol ha reconocido que el trabajo de rescate de las dos víctimas mortales de la explosión ocurrida esta madrugada en la fragata Extremadura ha resultado «muy penoso» debido a las altas temperaturas que se registraban la cámara de calderas, «entre 150 o 200 grados», precisó. Según ha explicado, el operativo de rescate se realizó por relevos, debido a los difíciles accesos entre los pasillos y las escaleras del buque y a las condiciones de la cámara de calderas, «para que los efectivos de bomberos pudiesen salir a respirar», argumentó.

«Bajamos siguiendo las instrucciones de la tripulación debido a la dificultad que tienen los accesos al interior de cualquier barco», indicó este portavoz de los bomberos, quien apuntó que fueron seis efectivos, «un cabo y cinco bomberos» los que se desplazaron hasta el lugar del siniestro.

Ya en el interior de la zona siniestrada, continuó, «había una cantidad muy alta de vapor y la temperatura de la sala rondaba los 150 o 200 grados, lo que dio lugar a que el trabajo se volviese muy penoso», comentó.
 
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