M Casado
e-mergencista experimentado
MC insta a los colegios a valorar la adecuación deontológica de las nuevas unidades del SEM lideradas por enfermer@s
Metges de Catalunya (MC) ha dirigido una petición a las comisiones deontológicas de los cuatro colegios profesionales catalanes para que evalúen si el despliegue de las Unidades de Soporte Vital Intermedio (USVI), formadas por una enfermera y un técnico de transporte sanitario, que está llevando a cabo el Sistema d’Emergències Mèdiques (SEM) se ajusta al código deontológico y respeta el derecho de los pacientes a recibir una asistencia médica adecuada.
La organización ha formulado una triple demanda a las comisiones de deontología de los colegios para que juzguen, en primer lugar, si la asistencia que reciben los pacientes en situación de urgencia por parte de profesionales de enfermería es adecuada y cuenta con garantías suficientes de seguridad clínica. En segundo término, pide que las instituciones colegiales den instrucciones a los facultativos del SEM sobre cómo deben actuar ante este modelo asistencial que transfiere competencias médicas de manera no consensuada. Por último, solicita una valoración deontológica global del plan de asistencia urgente diseñado por la dirección empresarial.
El sindicato médico considera que la empresa pública que gestiona el transporte y la asistencia de urgencia y emergencia sanitaria fomenta el intrusismo profesional, ya que en las nuevas ambulancias USVI es el personal de enfermería el que diagnostica, prescribe y administra el tratamiento a pacientes potencialmente críticos.
En este sentido, avisa de que la formación de las enfermeras no las capacita para hacer diagnósticos y tratamientos médicos, aunque la empresa les proporcione protocolos y guías de actuación. A juicio de la organización, la asunción de responsabilidades médicas por parte de profesionales sin preparación puede desembocar en situaciones no deseables de mala praxis.
Para justificar su petición, el sindicato ha puesto en conocimiento de los colegios casos clínicos reales vividos por profesionales del SEM que hacen visibles los riesgos de un modelo de asistencia urgente y emergente sin la participación del médico.
Metges de Catalunya (MC) ha dirigido una petición a las comisiones deontológicas de los cuatro colegios profesionales catalanes para que evalúen si el despliegue de las Unidades de Soporte Vital Intermedio (USVI), formadas por una enfermera y un técnico de transporte sanitario, que está llevando a cabo el Sistema d’Emergències Mèdiques (SEM) se ajusta al código deontológico y respeta el derecho de los pacientes a recibir una asistencia médica adecuada.
La organización ha formulado una triple demanda a las comisiones de deontología de los colegios para que juzguen, en primer lugar, si la asistencia que reciben los pacientes en situación de urgencia por parte de profesionales de enfermería es adecuada y cuenta con garantías suficientes de seguridad clínica. En segundo término, pide que las instituciones colegiales den instrucciones a los facultativos del SEM sobre cómo deben actuar ante este modelo asistencial que transfiere competencias médicas de manera no consensuada. Por último, solicita una valoración deontológica global del plan de asistencia urgente diseñado por la dirección empresarial.
El sindicato médico considera que la empresa pública que gestiona el transporte y la asistencia de urgencia y emergencia sanitaria fomenta el intrusismo profesional, ya que en las nuevas ambulancias USVI es el personal de enfermería el que diagnostica, prescribe y administra el tratamiento a pacientes potencialmente críticos.
En este sentido, avisa de que la formación de las enfermeras no las capacita para hacer diagnósticos y tratamientos médicos, aunque la empresa les proporcione protocolos y guías de actuación. A juicio de la organización, la asunción de responsabilidades médicas por parte de profesionales sin preparación puede desembocar en situaciones no deseables de mala praxis.
Para justificar su petición, el sindicato ha puesto en conocimiento de los colegios casos clínicos reales vividos por profesionales del SEM que hacen visibles los riesgos de un modelo de asistencia urgente y emergente sin la participación del médico.
