tanidya
e-mergencista experimentado
Ayer tuvimos una consulta telefónica sobre una niña de un año y medio que habia ingerido medio cigarro de tabaco. Se consultó con médico coordinador, y sugirió traslado a cuarto socorro. A todos nos extrañó dicha orden, y ante la duda sobre el tema, e intentado buscar algo referente a las intoxicaciones por tabaco mascado, he encontrado algunas cosillas interesantes.
De todas maneras me gustaría saber también su opinión sobre si hubiesen considerado ustedes necesario el traslado al cuarto de socorro o hubiesen adoptado otras medidas.
Referente a lo que he encontrado como curiosidad sobre el tabaco y las poblaciones de america del sur y poblaciones indigenas:
-Podemos enumerar varios efectos de la nicotina en el tracto gastro-intestinal en razón del estímulo parasimpático.
En el caso de la comida, el tabaco (nicotina) tiende a disminuir o hasta quitar el dolor o las contracciones del estómago por el hambre (Daniélopolu, Simici y Dimitriu 1925), que en a turno son causadas por estímulo del nervio sensorial que termina en la boca y en el estómago mucoso (Carlson y Lewis 1914).
El deseo de comer es también frenado por el efecto calmante de la nicotina referente a los órganos del gusto (Martí y Matasaru 1964) como también por niveles más altos del azúcar sanguínea, lo que estimula el hígado a liberar los carbohidratos almacenados (Wachholder 194.
La nicotina puede funcionar, además de sus efectos parasimpáticos, como un freno para el apetito por acción directa o indirecta en el hipotálamo (Walker 1953). Y la liberación de epinefrina, activada por la nicotina, reduce el hambre porque su acción excita el sistema nervioso central. Por tanto, la ingestión de nicotina como la ingestión de comida mitiga los sentimientos de hambre, tal como la cesación del consumo de nicotina y la abstención de comida re-introduce el persistente quejido del estómago y los sentimientos de vacío (Chessick 1964).
- El tabaco es mencionado escasamente en conexión con enemas y aplicaciones rectales en general. Sin embargo, supositorios de tabaco se usan como remedio para el constipado y las infecciones helmínticas. Casos más pobremente documentados de la asociación del tabaco con jeringas vienen de la pre-historia en Bolivia (Wassén 1972), Suriname (Fermín 1775), y Brasil (Spix y Martius 1823-1831:3). Un caso medicinal positivamente identificado es el de los shipibo en Perú, quienes aplican una mezcla de jugo de tabaco y jengibre como vermífugo (Gebhart MS).
-La aplicación del tabaco a heridas abiertas, mordeduras o picaduras no presentan problemas mayores siendo que la nicotina alcanza los tejidos expuestos subcutáneos no cubiertos por barreras epidérmicas.
La aplicación de tabaco en líquido, polvo o envoltorios en la piel sana es propicia para la absorción de la nicotina. La administración del humo del tabaco a la piel escoriada es menos efectiva pero la nicotina en forma de humo es retenida por medio de transpiración en el cuerpo del paciente. Los medios de la nicotina en forma de soluciones, tales como saliva e infusiones, pueden ser aplicados con mayor intensidad que el humo y son altamente efectivos, especialmente porque la dosis terapéutica de la decocción es tan baja como 1 por ciento para las abluciones
De todas maneras me gustaría saber también su opinión sobre si hubiesen considerado ustedes necesario el traslado al cuarto de socorro o hubiesen adoptado otras medidas.
Referente a lo que he encontrado como curiosidad sobre el tabaco y las poblaciones de america del sur y poblaciones indigenas:
-Podemos enumerar varios efectos de la nicotina en el tracto gastro-intestinal en razón del estímulo parasimpático.
En el caso de la comida, el tabaco (nicotina) tiende a disminuir o hasta quitar el dolor o las contracciones del estómago por el hambre (Daniélopolu, Simici y Dimitriu 1925), que en a turno son causadas por estímulo del nervio sensorial que termina en la boca y en el estómago mucoso (Carlson y Lewis 1914).
El deseo de comer es también frenado por el efecto calmante de la nicotina referente a los órganos del gusto (Martí y Matasaru 1964) como también por niveles más altos del azúcar sanguínea, lo que estimula el hígado a liberar los carbohidratos almacenados (Wachholder 194.
La nicotina puede funcionar, además de sus efectos parasimpáticos, como un freno para el apetito por acción directa o indirecta en el hipotálamo (Walker 1953). Y la liberación de epinefrina, activada por la nicotina, reduce el hambre porque su acción excita el sistema nervioso central. Por tanto, la ingestión de nicotina como la ingestión de comida mitiga los sentimientos de hambre, tal como la cesación del consumo de nicotina y la abstención de comida re-introduce el persistente quejido del estómago y los sentimientos de vacío (Chessick 1964).
- El tabaco es mencionado escasamente en conexión con enemas y aplicaciones rectales en general. Sin embargo, supositorios de tabaco se usan como remedio para el constipado y las infecciones helmínticas. Casos más pobremente documentados de la asociación del tabaco con jeringas vienen de la pre-historia en Bolivia (Wassén 1972), Suriname (Fermín 1775), y Brasil (Spix y Martius 1823-1831:3). Un caso medicinal positivamente identificado es el de los shipibo en Perú, quienes aplican una mezcla de jugo de tabaco y jengibre como vermífugo (Gebhart MS).
-La aplicación del tabaco a heridas abiertas, mordeduras o picaduras no presentan problemas mayores siendo que la nicotina alcanza los tejidos expuestos subcutáneos no cubiertos por barreras epidérmicas.
La aplicación de tabaco en líquido, polvo o envoltorios en la piel sana es propicia para la absorción de la nicotina. La administración del humo del tabaco a la piel escoriada es menos efectiva pero la nicotina en forma de humo es retenida por medio de transpiración en el cuerpo del paciente. Los medios de la nicotina en forma de soluciones, tales como saliva e infusiones, pueden ser aplicados con mayor intensidad que el humo y son altamente efectivos, especialmente porque la dosis terapéutica de la decocción es tan baja como 1 por ciento para las abluciones